En Silicon Valley trabajan los que les gira la ardilla, los que verdaderamente les rueda la piedra, y les rueda tanto, que en los últimos 30 años, lo que se hace en ese lugar cercano a la Bahía de San Francisco, determina mucho de lo que sucede en el mundo tanto a nivel tecnológico, social, económico y político.

En este lugar en el que se agrupan los grandes corporativos tecnológicos, se han decidido emprender, de manera coordinada, acciones  contra las políticas en materia de inmigración del presidente Donald Trump. Compañías Todopoderosas como Apple, Google, Facebook, Netflix, Spotify, Intel, Twitter, entre muchas tantas más, presentaron un escrito legal ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de los Estados Unidos, en San Francisco California, en el que manifiestan su oposición frontal al presidente estadounidense

En este documento, los corporativos tecnológicos resaltan que: «la orden representa una desviación significativa de los principios de imparcialidad y previsibilidad que han gobernado el sistema de inmigración de Estados Unidos durante más de cincuenta años e inflige un daño a la innovación y el crecimiento de América”, además de que perjudica la capacidad de las compañías de atraer talento, eleva los costes asociados a las empresas y hace más difícil que estas puedan competir en los mercados internacionales», además de dar a las multinacionales del país un incentivo para que lleven a cabo más operaciones fuera de EEUU.

Hay que tener en cuenta que poco más del 30 por ciento de los empleados de Silicon Valley son inmigrantes y que incluso muchos de los fundadores de las firmas más importantes nacieron fuera de Estados Unidos. Mientras tanto, los emporios tecnológicos ya están trabajando para defenderse en lo que parece ser el contra-ataque Trumpista: el fin del programa de visas especiales para extranjeros altamente calificados.

 

 

 

Con información de El Economista y El Mundo