Muchos creen que el fin del mundo tal y como lo conocemos está cerca, y esto es debido principalmente a la pronta destrucción que el ser humano ha hecho de su habitat, sobre todo en los últimos 50 años. Las especies animales se estan extinguiendo, el alimento está escaseando, los bosques y selvas se están achicando, y el agua se está privatizando. Pronto aquellas historias cinematográficas sobre el fin del mundo se harán realidad y la pregunta que brota es: ¿Qué estamos haciendo al respecto? Tal vez muy poco es lo que se está llevando a cabo para resarcir el daño, y más bien tan sólo estamos buscando la forma de afrontar lo inevitable para sobrevivir ante lo que venga.
Una de estas medidas es la recopilación de semillas de todas las plantas del planeta, a manera de prevenir una posible pérdida de la biodiversidad causada por el rápido deterioro de nuestro mundo. El SGSV Svalbard Global Seed Vault o la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, es un gran almacén en el que se encuentran albergadas todo tipo de semillas que permitan en un futuro la restauración de especies vegetales que se hayan extinto o que sea difícil su superviviencia.
Este gran cubo de hormigón a prueba de terremotos, tsunamis y demás catástrofes naturales, está asentado en el helado paisaje nórdico, dentro de una fría montaña y a 130 metros sobre el nivel del mar. La Bóvedad Global de Semilas es una iniciativa impulsada por el gobierno de Noruega y gestionado por el Fondo Mundial para Diversidad de Cultivos. La ubicación de la SGSV permite convertirla en un gigantesco congelador natural, que permita mantener a una temperatura de -18º a todas las semillas que se encuentran ahí almacenadas.
La bóveda tiene tiene una capacidad para resguardar hasta 2.500 millones de semillas procedentes de todas partes del mundo, y hasta el momento se cuenta con casi 1,000 millones de semillas. Estas se guardan en cajas de aluminio cerradas herméticamente que, a su vez, se almacenan en otras cajas de plástico apiladas en estanterías metálicas. Sus accesos gozan de extremas medidas de seguridad: varias puertas blindadas y reforzadas cada una con su propio código, detectores de movimiento, cámaras de seguridad y paredes de hormigón reforzado con acero de un metro de grosor.
Está bóveda también tiene sus detractores, sobre todo aquellos quepiensan que con estas medidas tan sólo se esta beneficiando a las grandes industrias de la alimentación y el cultivo, que se fomenta la siembra y consumo de productos transgénicos y que además no se toman en cuenta las millones de personas que en la actualidad están muriendo de hambre y que nadie hace nada.
Más allá de que existan intereses mezquinos de por medio, es un hecho que lamentablemente el propio avance tecnológico del ser humano, lo ha obligado a rescatar un poquito de lo un muchote que ha devastado este planeta. Ojalá y que tomemos consciencia del daño irreversible que se le está haciendo al mundo en que vivimos y que una vez ahogado el niño no decidamos tapar el pozo.
Con información de 20minutos