Las grandes compañías a nivel mundial, no se están preocupando necesariamente por el cuidado del medio ambiente y del Planeta Tierra, si acaso tienen políticas internas de responsabilidad ecológica y social es porque están viendo un negocio en la sustentabilidad y en la cultura verde. La aparición de tecnología no contaminante es un hecho, pero la masificación y utilización de esta en el día a día de las personas todavía es lejana.
La industria automotriz ha visto pasar sus mejores años, pues de ser las empresas más poderosas en la década de los 70 y 80, ahora ven disminuidas sus ventas y sobre todo su relevancia en el escenario mundial. El reposicionamiento de esta industria se esta buscando y encontrando desde la utilización de nuevos combustibles y nuevas formas de transporte.
Ahora entre tanta oferta, tenemos los automóviles que funcionan con agua salada. El Quantino es un auto que utiliza electrolitos, almacenados en dos depósitos de carga diferentes que circulan por una membrana encargada de generar la energía eléctrica. Fabricado por Nanoflowcell en 2016, el Quantino es un auto que ha recorrido más de 350 mil kilómetros sin presentar ningún problema de propulsión. Por cada recargas recorre cerca de mil kms y sólo le lleva unos cuantos minutos el recargarse.
Sin que se encuentre a la venta y mucho menos se piense hasta el momento en una producción en serie, el Quantino es una de las tantas propuestas existentes de poder convertir el mundo en un lugar mejor.
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