Hace solo un par de semanas, me paso algo por primera vez en mi vida y eso que tengo muchos amigos hombres: tuve un problema con la pareja de uno de mis amigos. La cuestión inicio con un inocente comentario, pero como en efecto, cada cabeza es un mundo, cualquier comentario, por inocente que parezca, puede ser totalmente malinterpretado.
La verdad es que yo conozco poco a la novia de mi amigo, pero veo que él esta como adolescente en esa relación, sin embargo, ella se comportó a mi parecer como una niña pequeña haciendo berrinche solo porque en mi inocente comentario solo me refería a él y no a ellos como pareja, es decir, no la incluí en el contexto del comentario. Cuando tuve la oportunidad de ofrecer una disculpa, puesto que se enojó, me sorprendió lo mucho que hizo énfasis en que debía referirme a ella y a él como pareja, porque ahora eran dos, parecía literal que lo que le importaba era dejar claro que ahora, mi amigo es su novio y por ende, ¿no debería seguir siendo mi amigo?
Esta experiencia me llevo a pensar: ¿porqué no podemos referirnos a ellos como seres individuales? ¿En verdad una pareja tiene que estar junta todo el tiempo? Son ella y él y no necesariamente serán los dos todo el tiempo, algunas personas creen que por estar en una relación su individualismo debe desaparecer. Platicando con otra amiga de la situación, ella fue muy sincera y opino que la novia había actuado como perra (de la especie canina) al marcar su territorio. Y aunque el comentario me causo mucha gracia, después lo reflexione y es un comentario duro.
Este escrito no salió nada más por el enojo de la novia de mi amigo, en verdad me puse a leer y encontré una frase muy buena que dice “Seamos mujeres, no alacranas” (del blog MelodijoLola), y es bien cierto. La frase, entre que hace años dio nombre a una famosa obra de teatro llamada Entre Mujeres tenía como slogan “entre mujeres podremos despedazarnos pero jamás nos haremos daño” quedo literal en el olvido. Ahora nos despedazamos y nos ensañamos con la que nos cae mal, competimos entre nosotras y nos denigramos. ¿Dónde quedo entonces la lucha de tantas generaciones por la tan anhelada igualdad? En el lugar donde trabajo, donde me toca ejercer la carrera que estudie y el cual me encanta, solo hay una mujer en lo que nosotros llamamos staff o podría llamarse el consejo de administración. Una sola mujer entre otros siete gerentes que le reportan a un director general. En lo personal, yo la admiro porque literal actúa como uno de ellos. Nadie o por lo menos yo no he escuchado que haya obtenido el puesto porque se acostó con alguien, pero en otros lugares, ¿cuántas veces nos ha tocado escuchar algo así cuando se anuncia el ascenso de alguna mujer?
Otro ejemplo lo tenemos en los comentarios recientes acerca de los secuestros en el metro de la Ciudad de México o los constantes feminicidios en diferentes lugares de nuestro país. Comentarios que van desde ¿Qué hacía sola a altas horas de la noche?, ¿Por qué se vestía de esa manera?, ¿Qué la llevo a viajar sola? Es decir, ¿por qué se le da importancia a esos detalles, cuando lo realmente importante es que se está matando a quien representa la mitad de la población?
Así que, señoras, niñas, señoritas, amigas, conocidas, nos podremos caer mal pero en verdad deberíamos ser solidarias entre nosotras. Dejemos de juzgarnos solo porque no nos hemos casado, no hemos tenido hijos, por cómo nos comportamos ante lo que dicta la sociedad como el “deber ser”. No siempre la sociedad tiene la razón. Dejemos en paz a quienes han decidido no ser madres o a quien se divorcia, o a quien no se quiere adecuar a los cánones de la belleza que nos dice que debemos estar flacas para ser bonitas. Dejemos de dañarnos para tratar de encajar. Dejémonos ser y dejemos de criticarnos.
Para concluir, aun me pregunto si hice bien o mal en el caso de la novia de mi amigo; pero el resultado es que me gane una eliminación y bloqueo en el Facebook. Es un hecho que desde ese día, le caigo en la punta del pie y debo ser cauta de ahora en adelante y no por mí, a mí la verdad es que me tiene sin cuidado la situación, pero si hago un intento por llevar la fiesta en paz es definitivamente por mi amigo.