@MILTONPARTIDA

Propuestas musicales de vanguardia, discos de aniversario, atractivas promociones, organización de conciertos, interacción con las bandas internacionales más importantes, comunicación irreverente, la Radio No Comercial, eso fue Radioactivo 98.5.

No sólo era una estación juvenil que programaba música Rock, era un espacio Alternativo que a través de sus programas criticaba, parodiaba y satirizaba la superficialidad y banalidad en las que se encontraba inmersa la sociedad y en especial la Radio de fin de siglo.

Programas de investigación, promocionales, sonidos de calidad que intentaban conservar un balance entre la broma que divierte y el mensaje que busca la reflexión eso era Radioactivo 98.5. Una Radio respetuosa de sus audiencias sin subestimar su capacidad crítica, capaz de crear mundos individuales y atmósferas propias a través de la imaginación en Radio.

Son los inicios de los 90, son épocas de la Guerra del Golfo, del fin del bloque socialista y de la decadencia del glamour musical de la década ochentera. Una nueva generación de jóvenes hacia su aparición con otros estilos de vida y otras formas de convivencia. Una nueva Radio y una nueva música contaban y retrataban mejor que nadie la experiencia de la vida cotidiana; a través del Rock alternativo se relataba lo que significaba ser joven.

Introspectiva, furiosa, íntima, sucia, melancólica, así era la música Rock que sonaba en Radioactivo. Voces que evidenciaban un mundo de falsedad y un repudio al orden social alimentaban los turnos en vivo del 98.5. Patrullas, Juguetes, Enigmas, Procesos Radioactivos conformaban un concepto sonoro que trascendió más allá de la Radio, pues fueron pioneros en la transmisión de audio y video por Internet.

Pronto se convirtió en referente y sinónimo de Juventud. Pronto desplazó y mejoró lo realizado por Rock 101 y WFM, pero también pronto desapareció. Después de 11 años al aire, cedió obligatoriamente su lugar en el cuadrante a una más de las tantas estaciones habladas y noticiosas que abarrotan y abaratan la Radio.

A principios del nuevo siglo, los grupos radiofónicos transformaban a la mayoría de sus estaciones al formato hablado noticioso. Este cambio se debía principalmente a que muchos “personajes de la política” buscaban replicar la estrategia foxista de adelantar los procesos electorales e iniciar campañas antes de tiempo y, por lo tanto, necesitarían de espacios mediáticos donde chayotear su imagen.

En 2003 Imagen Telecomunicaciones cambia de dueño y se inicia un proceso de reestructuración dentro del corporativo mediático. Los nuevos concesionarios no vislumbran en sus planes empresariales a la frecuencia del 98½ y para el viernes 02 de abril del 2004, deciden terminar, después de 11 años, con la estación juvenil más importante de los últimos tiempos. Una vez más la juventud se quedaba huérfana.

Un débil intento por rescatar a la estación de nuestros amores se llevo a cabo días después, cuando se organizó una marcha desde el Auditorio Nacional hasta las calles de Prado Sur en las Lomas de Chapultepec. Apenas si se juntaron poco más de 300 personas y frente a la inevitable extinción del 98½, la pregunta obligada para muchos radioescuchas fue: ¿ahora que voy a escuchar? ¿qué más opciones hay? Lamentablemente como Radioactivo, ninguna.

Las posteriores y escasas propuestas radiofónicas no llenaron completamente el vacío. Hoy en día las tecnologías actuales han desplazado a la juventud del consumo radiofónico tradicional. Ahora “escuchamos” sin necesidad de utilizar la Radio. Radioactivo 98.5 desaparecía y con ella comenzaba el mito y la historia de la 2ª. Época de Oro de la Radio en México.