La ciudad de Chengdu, en China, planea lanzar un satélite artificial de iluminación, para sustituir las luces de la calle. Esta Luna producirá un brillo ocho veces mayor al de la Luna y podrá iluminar un área con un diámetro de 10 a 80 kilómetros. Este proyecto surge con la idea de poder ahorrar tanto energía como 1,2 mil millones de yuanes (cerca de 151 millones de euros) al año de electricidad de la ciudad.
El lanzamiento se realizará desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang en 2022, según declaraciones de Wu Chunfeng, director de Tian Fu New Area Science Society. Wu también afirmó que las pruebas comenzaron hace años y ahora el proyecto ha alcanzado un punto en el que el lanzamiento parece realista.
El plan exige que la Luna artificial solo emita un «tono como el del atardecer», sin que necesariamente convierta la noche en día. Se plantea emplazarla en una órbita a unos 500 kilómetros sobre la Tierra, mucho más cerca que los 380.000 kilómetros de distancia a la Luna.