En su momento vi la película basada en el libro “Treintona, soltera y fantástica” y justo en este momento que sintonizo la TV, resulta que la están pasando y en verdad toca temas que a las mujeres nos tocan esa parte medular o hasta incómoda, es decir, si eres casada ¿realmente ha resultado tu vida como la imaginabas?, si eres soltera ¿realmente estas contenta con la decisión?, ¿cómo dicen en la película, ¿estas soltera porque así lo has decidido o porque nadie te avienta un lazo?; si eres divorciada te preguntas ¿y si tome la decisión correcta?
Esta reflexión va dedicada precisamente a ese sector en el que muchas nos encontramos: solteras. Y es que, conozco a muchas mujeres en esa situación como alguna vez les compartí, y son jóvenes, maduras, contemporáneas. Es decir no hay rango de edad. Sin embargo, el chiste al parecer es aceptar esta condición como lo mejor que nos pudo pasar, es decir, no tenemos que compartir nuestro tiempo con otra persona y todo muestro tiempo es para nosotras y con quien decidamos compartirlo, por ejemplo, el trabajo, los hijos (si los tienes), las mascotas (también si los tienes), los amigos o hasta tomar clases de algo que nunca nos atrevimos a hacer, como defensa personal, idiomas, ir al gimnasio o hasta aventarte todas las series de Netflix.
En verdad que estar soltera, no tiene nada de malo, estamos en una nueva era y sin quererme escuchar feminista; ya no estamos para satisfacer los cánones de la sociedad. ¿Quién sigue pensando que las mujeres si no se casan o viven en pareja no pueden ser felices? ¿O que si no son madres, no se realizan como mujeres? No, no y no!!! ya no estamos para seguir pensando en eso. Debemos de aspirar a lograr nuestras metas profesionales, sea cual sea la profesión que ejerzamos o el oficio al que nos dediquemos, buscar ser las mejores en cada cosa que decidamos emprender.
Además de Treintona, Soltera y Fantástica, donde la frase clave es “Vivir sin compromisos y sin ataduras tiene su magia” hay otras películas donde nos ofrecen ese tema y es abordado desde otros ángulos, como es el caso de “Comer, Rezar, Amar”… digo, a quien no le gustaría literal tomarse un año sabático e irse de viaje por el mundo??? aunque no tuviéramos que terminar una relación y ya no digamos un año, con un mes yo me doy por bien servida.
Y es que, se me metió en la cabeza que quizá ya es tiempo de entablar una relación, sentirse apapachada de vez en cuando, sentir el apoyo de esa otra persona. Y haciendo el comentario ahora de una serie que acabo de ver en Netflix, llamada Dirty John que la protagonista sale en una cita online y un amigo le dice “¿me estás diciendo que una mujer hermosa como tú no puede tener una cita normal?” Y es muy cierto, qué pasa cuando no puedes tener una cita orgánica con alguien a quien no conozcas por alguna red social. Yo me aventure a salir con dos sujetos que conocí por Tinder y solo puedo decir, que fue una mala decisión y no porque no hayan pagado la cuenta, al contrario; uno ya quería casarse y el otro me dijo literal, estas pasada de peso. Y yo, “¿si lo dijo?” pues que grosero y no porque no tenga derecho a pensarlo, pero creo que era más fácil, “pues no la vuelvo a buscar y ya”.
Y realmente no necesito eso, porque mis problemas o no con mi peso son solo míos, así que el Tinder solo duro instalado en mi celular un mes, sin contar que consume muchos datos. Y reconociendo, me parece que me gusta alguien y digo, me parece porque supe que le gusta la onda cultural y eso me hizo poner literal: la cara del emoticón de me asombra y que pasa??? Que me emociona y me pongo nerviosa, pero así como logra que me emocione; logra que todo se vaya al traste de nuevo porque hace o dice o no hace ni dice nada.
Y sin embargo, paradójicamente creo que si le gusto a otro que en definitiva no me gusta a mí y me pregunto, ¿por qué sucede esto? El que te gusta ni te pela. Y bueno, la realidad es que habrá ocasiones en que no seamos del gusto de todos y como dicen en la película “A él no le gustas tanto” pues entonces habrá que recoger nuestro orgullo y seguir adelante. Habrá veces en que lo que nosotras consideramos nuestros puntos fuertes o virtudes, tal vez espanten a los demás. ¿El ser independientes nos hace perder oportunidades de ligue? Es necesario que nos vean desprotegidas para que llamemos la atención de un macho alfa que llegara a nuestras vidas como nuestro salvador y protector? Las mujeres de ahora lo que queremos no es un hombre que nos resuelva los problemas, por lo menos yo no.
A mí, me gustaría salir con un hombre que en primera no quiera que lo mantenga, por eso de salir con más jóvenes es algo que para nada me llama la atención. El hombre ideal desde mi punto de vista, no es quien sea el más guapo, el más pudiente, el más musculoso o el más exitoso hombre de negocios. El hombre ideal sería quien reúne más cosas en común contigo, que sea seguro de sí mismo y no se ponga celoso por tonterías, el que siempre tenga tema de conversación y además de temas interesantes, como libros, películas, arte, museos, política y porque no, hasta de futbol y deportes. Que sepa que es lo que quiere y vaya por eso. Tal vez está difícil, pero precisamente la magia de estar solteras es que nos podemos dar el lujo de elegir bien y no, porque la sociedad nos catalogue como quedadas o que se nos fue el tren, y así nos obliguemos a hacer una mala elección y terminemos con el primer patán que se nos cruce para no estar solas.