El cambio climático no es una estrategia de campaña, ni una guerra contra las grandes industrias, ni mucho menos es una mentira. Pero al parecer son muy pocos, los que visiblemente están interesados en revertir el daño que a lo largo de la historia de la humanidad le hemos hecho a la Madre Naturaleza.

Más allá de campañas y políticas públicas que buscan revertir este daño, es importante la concientización que cada persona debe tener hacia sí misma. El mundo que habitamos esta yéndose al carajo y todas las medidas que sen tomado hasta el momento pareciera que son en vano, porque el daño está hecho y este avance cada vez más rápido.

Pocas son las iniciativas exitosas que no se quedan en el intento y que además llegan a vencer el tiempo. Pero esas son las que deben presumirse y difundirse como es el caso de lo que sucede en la comunidad de Kamikatsu  ubicada al sur de Japón, conocida como la Comunidad que recicla todo.

A principios del presente siglo comenzó esta iniciativa. Un incinerador de basura instalado en 1998 que no pudo cumplir con los niveles de control de contaminantes, fue el pretexto para que iniciará este proyecto. Primeramente, los habitantes de Kamikatsu comenzaron a realizar desde su propia casa, a convertir la propia basura orgánica en abono y a separar el resto de los residuos, con esto dejaron de existir los camiones y contenedores de basura, para crear un único centro de entrega, la Academia Cero Residuos, donde todos los habitantes deben llevar su basura.

No fue sencillo en un principio, los habitantes tuvieron que ser instruidos en materia de reciclaje acerca de la separación y clasificación de residuos, así como convertir la basura en abono. Como incentivo, los habitantes de Kamikatsu recibieron billetes de lotería y bonos de compra de alimentos.

Para el año 2020 se tiene contemplado alcanzar el objetivo de que el porcentaje de reciclaje total sea del 100%, no andan muy lejos, actualmente ya alcanzan el 95%. Casi 2000 habitantes han contribuido para alcanzar esta meta, pues diariamente han aprendido a separar los residuos en más de una treintena de categorías. Es así Kamikatsu y Japón nos ponen el ejemplo de que un mundo mejor es posible, basta con querer hacerlo.

 

 

 

 

Con información de ADSLzone