Con un argumento basado en una temática tan actual como son las relaciones de Poder entre aquellos que lo detentan, como son los políticos, gobiernos en turno y medios de comunicación; “House of Cards” mantiene al pendiente de sus transmisiones a tod@s aquell@s que amamos a Frank Underwood. Lamentablemente, un año es mucho para esperar y conocer las nuevas historias y los desenlaces inmediatos; afortunadamente cada temporada es presentada completa y así podemos decidir cómo la disfrutamos.
“House of Cards” se ha convertido en referente de los contenidos audiovisuales. Con 5 temporadas al aire y 65 capítulos tras de sí, Netflix quien la produce y la transmite, está marcando tendencia tanto para la industria de la TV, la industria del “streaming” y para toda la industria del entretenimiento. Tal vez desde que Tony Soprano desapareciera en 2002 de las pantallas televisivas, ninguna serie y particularmente ningún personaje como Frank Underwood se ha vuelto tan profundamente humano, moralmente cuestionable, infeliz, complicado.
¿Poder o dinero? Pareciera que son la misma cosa y que con ambas se consigue todo. Desde mi trinchera no podría comprobarlo, pero desde los zapatos de Frank Underwood queda claro, ¡el Poder es más que todo el dinero del mundo!. Manuel Castells en su libro Comunicación y Poder define a este último “como la capacidad relacional que permite a un actor social influir de forma asimétrica en las decisiones de otros actores sociales de modo que se favorezcan la voluntad, los intereses y los valores del actor que tiene el Poder.”
Y en cada uno de los 65 capítulos, Frank Underwood se ha encargado de imponer su voluntad y demostrar su Poder por encima de los intereses de las mayorías, de sus amigos y allegados y hasta de su propia esposa. No siempre le han salido las cosas, pero se ha valido de todas las artimañas para conseguir y detentar el Poder: manipulación de personas, de fondos públicos, golpes mediáticos, desvíos de atención y por supuesto, hasta asesinato.
Para quienes han visto la serie, supongo que no sólo se imaginan a un personaje ficticio creado para los tiempos de ocio, sino de alguna figura pública real, de carne y hueso, por lo tanto surgen las interrogantes de siempre: ¿Los medios son reflejo de la sociedad? ¿La sociedad es manipulada por lo contenidos mediáticos? Tal vez un poco de ambos, o mejor dicho un mucho, lo que creo que a veces no es fácil discernir en qué momento sucede una u otra cosa. Y aunque el día de hoy se estrenó la 5a. Temporada, lamentablemente después de que yo termine de escribir estas líneas y que usted termine de leerlas, tendremos que esperar un año más para ver qué le depara al poderoso Frank Underwood.