Fueron 3 noches en el que el poder del Metal demostró porque a pesar de tendencias musicales poperas, electrónicas y orientadas a satisfacer a las masas, sigue siendo del gusto de las mayorías y en especial de familias enteras.

Anoche Metallica cerró 3 días de presentaciones en la CDMX con poder y energía. Regresaron a lo básico y a sus orígenes, no sólo por una cuestión de arreglos musicales y de estruendo en el sonido; sino porque traían la actitud de aquellos días de garage, demostraban el goce de pararse en un escenario e irradiaban el talento que los hizo brillar y diferenciarse de los demás en los inicios de su carrera.

Quienes asistimos, tampoco ya no estámos tan jóvenes ni nos cocemos al primer hervor. Pero el legado del gusto por el Rock Pesado es algo que se lleva en las venas, que queda inscrito en nuestro ADN y que se convierte en el legado cultural y musical que compartimos con las generaciones que nos siguen.

Ya no se baila el Slam como antaño, las escaleras del Foro Sol se suben con dificultad, el cabello largo quedo atrás y ahora entradas y canas peinan nuestra cabeza, pero ahora nuevas generaciones asisten con sus padres y hasta con sus abuelos. Los jóvenes disfrutan del Metal no como en nuestros tiempos, sino por el gusto de ver a una «Banda Clásica «.

Parece que fue ayer cuándo pisábamos el Palacio de los Deportes y brincábamos y movíamos la mata. Parece que fue ayer cuando los puristas del Metal criticaban a la banda y a los nuevos metaleros gracias al Álbum Negro. Parece que fue ayer cuando el Rock Pesado entró en el gusto de tod@s.

Y si fue ayer, pero no en el Palacio de los Deportes, ni en 1993. Fue cruzando la calle, en el Foro Sol y 24 años después. Metallica y seguidores han trascendido tiempo y espacio. La banda se ubica como una de las mejores 10 de la historia musical y es que al final de todo tocan… El Metal que a tod@s gusta.